24 sept 2013

Días como hoy...

Es una lucha constante, una lucha que me debilita, incluso casi me abate...no consigo vencer.

Miedo, tengo miedo al miedo, miedo a volver a sufrir, miedo a no estar haciendo las cosas bien, miedo a que yo no sea lo que esperan los demás. Miedo a no ser especial para nadie, miedo a que nunca deje huella en nadie. Miedo a que nunca pueda tener algo para siempre, miedo a que yo no sea capaz de hacer feliz a nadie.

Tengo tantos miedos, que me es casi imposible no rendirme, días como hoy pienso que no soy lo suficientemente fuerte como para vencer esos miedo. Es cierto que hay días que no siento miedo, pero no es porque hayan desaparecido o porque los haya vencido, algunos están dormidos y otros escondidos esperando a la cosa más tonta para volver aparecer.

Días como hoy, me siento tan débil, tan negativa, tan pequeña...que necesito algo, una cuerda, una mano, un papel, una llamada, una palabra o algo que me dé un poco de fuerzas para que no venza el miedo.

Hay días en que mi miedo es sentir miedo, otros mi miedo a no poder ser feliz completamente, otros días mis miedos son que yo no sea capaz de hacerle feliz o que yo no sea la mujer de su vida, otros días tengo miedo de estar haciendo todo mal, otros días sin embargo mi miedo es no ver la luz al final del túnel...

La verdad, estoy ya algo cansada de tener tanto miedo a tantas cosas, y procuro no tenerlo, hacer que desaparezca pero días como hoy es cuando me doy cuenta que aún no sé como hacer para no tener miedo.

19 sept 2013

Mi corazón

Llega un momento en la vida que estás harta de tantas decepciones, tantas desilusiones, tantas traiciones, que tu corazón no te pide, te exige que te hagas una coraza. Mi corazón me decía que necesitaba un tiempo estar escondido bajo una GRAN coraza para poder curar todas las heridas sangrantes que una o varias personas a lo largo de un tiempo les había ido haciendo a mi pobre corazón, por que no había un muro para protegerse. Porque mi corazón necesita querer, necesita sentirse libre, necesita sentirse vivo y pensaba que era el momento de deshacerse de esa coraza porque pensaba que no había peligro.

Todo lo contrario, experimentó un dolor tan grande que nunca había sentido que creí que lo había perdido. Se escondió en lo más profundo y oscuro del lugar. Y no paraba de exigirme que pusiera una GRAN coraza.

Entonces apareció él, con su sonrisa burlona y sus enormes ganas de hacernos reír. En seguida nos encandiló, hacía mucho tiempo que nadie nos hacía sonreír de esa manera y en el minuto cero. Desde el primer momento supimos mi corazón y yo que él no era uno más. Él nos ayudaría a volver a ser una.

Supuso una gran esfuerzo convencer a mi corazón, que él no nos haría daño, que él había venido a rescatarnos, a sanarnos...Mi corazón no estaba dispuesto a que lo hirieran más. Aún estaban abiertas las heridas de la traición.

Pero no tuvo elección que rendirse a los encanto de aquel hombre de sonrisa burlona, después de una noche realmente mágica y de encanto y de demostraciones de amor, mi corazón le hablo por primera vez al hombre de la sonrisa burlona y le dijo:

-Pídemelo.

-Pídeme que sea tu novia.

15 sept 2013

Amores

Dicen que en la vida de una persona no hay dos amores iguales, y que el primer amor no se puede comparar a ninguno otro amor. Dicen que el primer amor es para siempre y que los demás son para intentar olvidar al primero.

Lo siento, pero soy la excepción que confirma la regla. En mi experiencia, mi primer amor fue una obsesión, el segundo fue para cometer errores y el tercero es todo distinto.

Mi tercer amor es sincero, es bueno, es capaz de curar mi locura, mis heridas de guerra, es sano, es un amor que no hace sufrir que sólo hace bien, no es asfixiante, pero tampoco pasota. Es un amor que te da la suficiente libertad como para seguir siendo la misma, para no tener que cambiar por nadie. Es un amor que me quita mis miedos, mis inquietudes. Es un amor que supo hacer desaparecer mis pesadillas. No es un amor que obsesiona, pero tampoco te deja indiferente.  Es un amor que te llena pero no te ahoga. Es un amor que suma y no resta.

Ahora, ahora es cuando realmente, sé lo que es amar. Amar, no significa tener que cambiar por la otra persona, amar y que te amen tiene que ser todo aquello que mi tercer amor me está dando, lo anterior no era amor, era una prueba para que cuando mi primer amor real viniera estuviera lista y preparada para no obsesionarme y para no cometer errores.

Al pensar en mi primer amor real, sólo pienso que lo amo y que me hace feliz, que nunca he sentido nada igual y no me preocupa nada malo. Soy Feliz, en este momento, soy Feliz.