Y llega un día, en el que te paras a pensar y no logras
recordar,lo intentas una y otra vez, y no recuerdas los olores, ni las
voces, ni siquiera si hacia frío o calor, si llovía o estaba soleado.
Te esfuerzas en ver como eran las caras, y solo ves sombras de lo que un día fue, no consigues recordar si era mentira o verdad la esencia de aquella vida no muy lejana.
La vida va tan deprisa que no te paras a observar, a registrar en la memoria, a oler cada cosa, a sentir cada momento, a conocer cada lugar y almacenar todo en un lugar seguro en tu memoria.
Te esfuerzas en ver como eran las caras, y solo ves sombras de lo que un día fue, no consigues recordar si era mentira o verdad la esencia de aquella vida no muy lejana.
La vida va tan deprisa que no te paras a observar, a registrar en la memoria, a oler cada cosa, a sentir cada momento, a conocer cada lugar y almacenar todo en un lugar seguro en tu memoria.
Creemos
que se nos agota el tiempo y pensamos que debemos ir deprisa para poder hacer muchas
cosas, pero en realidad no hacemos nada porque un día llegaras a un
punto exacto de tu vida, en el querras recordar tus recuerdos, revivirlos y no sabras
ni el olor exacto, ni las voces exactas, ni la sensación que tenías porque será como si no hubieras
vivido esos recuerdos borrosos.
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