Todo es nuevo, extraño, raro para mi. Intento no extrañarte, intento no llorar, intento que no se note tu ausencia, intento no estar triste, intento hacer mi vida...pero siempre tengo momentos, más que menos, en lo que me pasa lo que acabo de decir. No consigo aceptar que me dejaste de querer, que ya no soy lo mismo para ti que tú para mi, no consigo dejar de pensar en todas las promesas.
Una tortura, lo que vivo es una tortura, por no tenerte, por no dejar de pensar en que me descuide, en pensar que tú me amarías eternamente como yo estaba dispuesta hacer.
Nunca, nunca hubiera imaginado que esto nos podría pasar a nosotros, si mi yo del futuro hubiera venido a advertirme no la hubiera creído. Sigo sintiendo que nací para estar contigo, nací para hacerte feliz, nací para amarte, nací para completar tu mitad y tu completar la mía.
No sé que ha pasado, para que me dejes de echar de menos, para que me dejases de querer, para que te moleste todo lo que represento, para que no soportes mi esencia, para que mi sonrisa ya no te de la felicidad, ni sea yo tu locura....
No hay comentarios:
Publicar un comentario