Te doy pistas, oportunidades para que me demuestres que estoy equivocada, que sigues queriéndome como me dices siempre. Pero no las aprovechas, te escudas en que no sabes lo que quiero y no paro de repetirte que solo quiero que me ames, que me quieras, que me desees que sea la única en tu vida, que sin mi no puedas vivir. Pero si te digo exactamente todo lo que tienes que hacer, no serías tú el que me esté demostrando nada, sería un títere manejado a mis deseos y tampoco quiero eso.
Dices que no haces porque no sabes qué hacer, qué decir...no sabes si estoy enfadada. Puede que esté enfadada, pero contigo y conmigo. Contigo porque no me demuestras si realmente es verdad todo lo que me dices y conmigo porque a pesar de que no me lo demuestras sigo esperando y esperando a que me lo demuestres y en algunos momentos de lucidez me torturo llamándome idiota, imbécil, gilipollas y demás porque te doy oportunidades que no quieres aprovechar, sólo sabes decirme que me quieres y quiero creerte, de verdad que quiero creerte, pero no puedo necesito que me lo demuestres.
Me da tanta pena que estés desperdiciando todo lo que puedo darte porque no quieres demostrarme que me quieres, si realmente es cierto todo lo que me dices. Me da pena que no sepas apreciar todo lo que te he dado y todo lo que puedo llegar a darte.
Me siento ridícula y demás variantes. Ojalá tuviera la fuerza de voluntad de decir no puedo más, y no sigo con esto. Pero siempre mi corazón está ahí latiendo con fuerza para recordarme que te amo y que nunca voy a encontrar a nadie a quien amar como te amo a ti.
Espero que estas sean mis últimas lágrimas, aunque sé lamentablemente que no lo serán. Deseo ser fuerte y salir adelante. Creo que ya no me mereces, no estás haciendo nada por no perderme. Las palabras no son suficientes.
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